Las creencias sobre nuestras finanzas y lo que nos puede enseñar la psicología del dinero
- Mujeres y Dinero
- 30 oct
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“El dinero es muy difícil de conseguir y se va muy rápido”, “siempre pienso que no me alcanza sin importar cuánto gane”, “no lo sé generar”, “se me escurre”, “gasto mucho y siento que no tengo el control”.
Estas son creencias reales de mujeres que participaron en nuestros cursos de educación financiera. Cada una lo dice a su manera, pero en algún punto siempre hay un mismo tema de conversación: la sensación de pérdida de dirección y liderazgo personal.
Hay una parte nuestra que decide una cosa pero después -por alguna razón- terminamos haciendo otra. Nuestras emociones atraviesan nuestras finanzas, por eso en Mujeres y Dinero el comienzo de los problemas que sufrimos las mujeres está antes que en los números, en los condicionamientos socioculturales, sesgos y creencias. Hay un mapa subyacente que nos define, aunque muchas veces no seamos conscientes de él.
Nuestros valores y formas de pensar nos determinan. Lorena Estefanell, psicóloga de nuestro equipo, lo explica así: “Cuando hablamos de creencias y valores no solo estamos hablando de lo que pensamos. De alguna manera estamos hablando de lo que somos”. Estamos condicionadas por el modo en que pensamos sobre nuestras propias capacidades, sobre nuestros problemas y sobre cómo esperamos resolverlos.
La explicación de todo esto tiene que ver con el funcionamiento de nuestra mente. Para entender la realidad, construimos mapas mentales. Nuestro cerebro toma partes de la información, elimina otras, generaliza y distorsiona. De esta manera logramos abarcar y reducir la complejidad del mundo, para llegar a formarnos una idea de lo que creemos que somos o de lo que creemos saber sobre una determinada cuestión.
La clave es que cuando consolidamos esa idea, es decir esa teoría o ese mapa, la mente va a querer confirmarla siempre. Aún cuando aparezcan datos nuevos que contradigan nuestra creencia, todos esos procesos de eliminar información, generalizar y distorsionar se usarán a favor de la teoría que cada una ya construyó. Por eso es esencial que revisemos lo que pensamos y nos preguntemos: ¿Con qué lentes estoy viendo mi realidad? ¿Qué conversaciones tengo conmigo misma?
Tal vez no tengas un problema con el dinero, solo un mal diagnóstico
Lorena lleva más de 20 años trabajando en psicoterapia y su experiencia le dejó un aprendizaje sustancial: “El problema muchas veces es el diagnóstico que las personas tienen de él”.
No es lo mismo pensar “esto no es para mi” o “yo no soy buena con el dinero” que ponerlo en palabras como “hago muy mal mi presupuesto” o “tengo que mejorar mi habilidad para monetizar mi talento”. Pueden parecer solo expresiones, pero si otra vez ponemos foco en los procesos mentales, veríamos que entre el primer grupo de frases y el segundo pasan cosas muy diferentes.
Para generar cambios reales, necesitamos hacer mejores diagnósticos. Dejar de repetir los patrones, salir del piloto automático y poner una bomba en las creencias que construimos con demasiada rigidez y estatismo. “Solo nos movemos por las cosas que creemos que podemos cambiar”, dice Lorena. Vayamos al punto cero, pongamos foco en lo que está bajo nuestra zona de control y empecemos de nuevo. Caminemos diferente.
Porque no se trata solo de dinero, se trata de tu vida.











